domingo, 15 de diciembre de 2013

Time flies.

Es increíble lo rápido que pasa el tiempo. Parece que fue ayer cuando despegaba en el avión que me llevaría rumbo a esta nueva vida al otro lado del océano. Pero no, estamos a 15 de diciembre, en 10 días es Navidad. Puedo decir que ya estoy acostumbrada a esto. Que los smoothies, comer en McDonalds una ensalada  asquerosa después de cada partido, que tus amigos conduzcan, recitarle a la bandera con una mano en el corazón ya forma parte de mi día a día. Esto es realmente increíble, no hay otra palabra para definirlo. La gente se porta muy bien, bueno, obviamente los hay que no, pero bueno oye, que se le va a hacer...estoy hipersuperultramega motivada con basket. Hemos ganado los dos primeros partidos, y perdido los dos siguientes: pero bueno, a ‘un no hemos empezado la liga así que poco a poco, mejorando cada día y aprendiendo juntas. Sigue siendo espectacular todo lo que se monta en el High School cuando hay partido: es como un Depor-Celta a nivel escolar o algo así, pero con cheerleaders. Por aquí me llaman “Ainhoua Portos Iglesias, THE BEAAAAST!”, porque claro mis gachetobrazos y la de veces que me tiro por la pista adelante creo que les impongo o algo, JAJAJAJAJAJ. En el cole todo guay, me nombraron   y todo, y con la familia IGUAL. En cuanto a Eva, nuestra relación se parece cada vez más a una relación de hermanas. A veces me dan ganas de estamparla contra la pared, y otras estamos genial, no sé...somos muy diferentes, pero estoy aprendiendo a convivir con alguien con el que jamás viviría de no ser por este año aquí, y creo que eso es algo positivo, aprenderé a ser más tolerante con todo el mundo.

Hoy me acaba de llegar un paquete de España por mi cumple, lleno de turrón y mazapán, y con una manta con fotos de mi familia que dice "THE BEST FAMILY EVER...WE LOVE YOU..." También vienen incluidas las cartas. No he podido evitar llorar como una magdalena con todas y cada una de ellas, pero quiero que sepáis que no son lágrimas de tristeza, son lágrimas de morriña y de felicidad por tener a gente tan increíble a mi lado, por tener sencillamente la mejor familia que puede existir. Gracias, gracias de verdad por estar ahí para mí siempre, aunque nos separe un océano y un continente, seguís al pie del cañón para levantarme cuando me caigo y para hacerme reír cuando nadie más puede. Os quiero muchísimo, y os echo demasiado de menos; pero bueno, solo quedan 6 meses para un verano más con vosotros, un verano para hacer el lagartijo en la playa, para jugar al tiburón en la piscina, para ir a correr con papi y a hacer surf, para que todo vuelva a ser como siempre. Sigamos siendo fuertes, que lo que nos separa no es nada comparado con lo que nos une. Os quiero.


No hay comentarios:

Publicar un comentario